LA FUNDACIÓN

Nuestro centro es la persona, amor por el ser humano, interés por el bienestar de la persona desde una visión integral e integradora considerando que el ser humano tiene los recursos para cambiar y es capaz de desarrollar todas sus capacidades y posibilidades, marco desde el que se sitúa el profesional de Proyecto Hombre y tiene que ver con su propio proceso de crecimiento personal.

Claridad en todos los ámbitos generando información accesible para trabajadores y usuarios sobre motivación, actividades, prácticas, métodos, objetivos y decisiones que afecten a los centros y personas que trabajan en Proyecto Hombre sin ocultar nada.

Aquella que está llamada a impulsar el cambio que favorezca el desarrollo de los individuos y la sociedad desde la escucha activa, el respeto y la empatía, haciéndole sentir parte de nuestra organización ayudando a otros sin esperar nada a cambio independientemente de su raza, sexo, religión, etcétera…, poniendo especial interés en los más desfavorecidos.

Estructuración de los equipos desde la cohesión, el sentido de pertenencia e identificación, la participación y la responsabilidad compartida clarificando funciones, proporcionando significatividad a cada persona, facilitando el diálogo, la atención a las realidades personales, las relaciones empáticas, la escucha y el reconocimiento que generen motivación y compromiso, enmarcando a los equipos en una perspectiva
holística donde el todo es más que la suma de sus partes.

Itinerario en el encuentro con la causa común donde el acompañamiento constituye el pilar fundamental y la transparencia se convierte en el eje vertebrador. Capacidad de integrarse con la entidad poniendo en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado y nuestra conciencia aceptando desde la responsabilidad y voluntad.

La empatía como fuente de sanación que busca la conexión con el otro el respeto y en la relación siente lo que nosotros sentimos, la aceptación de su persona independiente de sus ideas. Lo que nos lleva al crecimiento personal del individuo.

Creer en el cambio de la persona, vivir con ilusión y confianza desde un optimismo terapéutico entendiendo la vida como proceso de búsqueda y crecimiento desde el equilibrio emocional y racional.

Disponibilidad del personal para la formación interdisciplinar y permanente capacitándolos para la aplicación de la metodología y técnicas adecuadas a las necesidades de intervención. Abiertos al cambio y al constante desarrollo profesional y personal además de con una retribución digna en el caso de los contratados.